La obra consistió en la adecuación y reforma de oficinas de los locales de Caja Rural de Navarra en una de sus sucursales en Logroño con una superficie construida de 534,11 m²

Durante la construcción, con un plazo de ejecución de 4 meses,  se han realizado varios elementos singulares, tanto en los envolventes y fachada, realizada en Carpintería de acero inoxidable y doble vidrio de seguridad con butiral verde como en los elementos singulares estructura que se han reforzado con con estructura metálica en pilares y forjado.

Destacan en los interiores los revestimientos de pared con Spigoline, suelos de madera parklex de Gurea y felpudo Basmat encastrado en entrada, mamparas de vidrio así como Techos acústicos en continuo, registrable de Rockfon y bafles colgados.